La maratón por la alcaldía de Alicante. ¡Y once palmeras!
Por RAMÓN PALMERAL
Lo malo de los maratones es que siempre se queda alguno/a fuera de la carrera por cansancio o lesión; en cambio, es este maratón por la alcaldía únicamente llegará uno aunque sea con muletas.
Ir de percebeiro arrancando lapas
Como un río de lava candente se nos acercan a los alicantinos dos nuevos baños de democracia: elecciones municipales y europeas. Pero, aunque en mi opinión, ir zangoloteando de urna en una urna sea una buena noticia para otros no los son tan buenas, porque han de mover el orto de su despacho.
Esto de ir a votar el domingo (sin bingo) 26M en elecciones municipales es como ir de percebeiros: arrancando a alcaldes de sus sillones que se han pegado como lapas, aunque la alcaldía de Alicante sea una lapa alevín.
La semana pasada, los líderes políticos se dieron la mano, los abrazos (alados de arcángeles) y olvidaron los tortazos: Pedro Sánchez (el que entró por la ventana) con Casado (que no se ha enterado de la amputación de 68 escaños), con Rivera (el de la eyaculación precoz dialogante de 50 minutos en Moncloa) y con el Coletas (el de la extrema izquierda oculta); Abascal no fue invitado a la cena de Señor, porque por ahora es como el Judas Iscariote. Todos mis lectores ¿si me quedan? han percibido que no me gusta la hipocresía politóloga como en Andalucía, donde se iban de putas con el dinero de los parados y con dos presidentes en el banquillo de los interrogados, o los papeles higiénicos de Luis Bárcenas. Pero tranquilos, que esa amnesia a la hora de votar la vais a recuperar con la factura del IVA, autovías, más los impuestos ocultos que nos van a empotrar con chicle y nicotina de una fulana en la calle de las Cortes (no de San Jerónimo sino de Bilbao).
Las elecciones municipales y las europeas van de la mano como niñas salidas de un colegio de monjitas. Para la «olla podrida» de Bruselas, los de Flandes sin pica, o los Waterloo y el camino español, no quiero hablar porque de algunos nombres no me da la gana acordarme.
Las competencias municipales
De ordinario (como el envío de una carta en su mínimo valor facial) hemos de saber que los municipios tienen delegadas unas competencias según el número de sus habitantes por la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases del Régimen Local, y otras leyes derogatorias y ampliatorias de los casilleros de algunos artículos.
A nuestro municipio del Moro Pétreo, esa cara que vive siempre de perfil con gorrilla rematada por corona de garitas cinceladas, le corresponden las competencias de un municipio de más de 50.000 habitantes, y otras competencias que haya delegado la Generalitat Valenciana o Levantina; es decir, que no debemos pedirles a los candidatos aquello en lo que no tiene competencias, como por ejemplo más seguridad (seguridad corresponde al Estado a través de los subdelegados de gobierno), o empleos, porque depende de las leyes laborales, aunque sí se puedan atraer entidades como EUIPO (antigua OAMI) o proyectos como Alicante Futura; pero que no pase como la Ciudad del Cine o de la Luz en Aguamarga, que está cerrada con amargura.
Con arreglo a la Ley 7/1985, le podemos exigir a nuestros administradores municipales mejores servicios de alumbrado público, escuelas infantiles, transporte urbano, turismo, instalaciones deportivas cementerios, recogidas de residuos, limpieza, servicio de agua, alcantarillado, aceras, accesos para minusválidos, vías públicas urbanas, bibliotecas, cultura, fiestas, nombres del callejero, mobiliario urbano, parques y jardines. Y aquí en los jardines me paro, para acometer una demanda vecinal de la Plaza de la Viña en La Florida y, observo que, desde hace años, a día de hoy faltan once palmeras en el cuadrilátero.
¡Oh, qué desastre! Me exclamó con sarcasmo un contertulio desde las redes sociales. Pero mi interlocutor no entiende que este paradigma, o ejemplo de lo que pasa en mi barrio, puede ser de otros barrios alicantinos. Digo esto en defensa de las once palmeras (seres vivos con células vegetales). Pues mi voto irá al candidato que me prometa replantar las diez más una, palmeras. Por la prensa de estos días conozco que se ha destinado, esta semana, una partida presupuestaria para instalaciones deportivas, mobiliario público y jardines. ¿Pero llegarán estos dineros a las once palmeras que faltan en la Viña?
En redes sociales me han dicho que este asunto no es prioritario, estoy de acuerdo, hay otros asuntos municipales más acuciantes como el paro juvenil, la vivienda o el chabolismo. Pero si no defendemos a nuestras palmeras, ellas solas no se pueden defender, y si vamos por este camino delirante en un Alicante semidesértico, acabarán todas desapareciendas. Por eso mi título de hoy es: «La maratón por la alcaldía de Alicante. ¡Y once palmeras!». La explicación es la siguiente:
Once palmeras y un jamón
El anecdotario tauromáquico de este país, antes llamado España, como afirmara Paco Gracián cronista de Villena, en una magistral crónica de toros.
Contó Paco Gracián que Don Indalecio Mosquera, empresario de Madrid convocó para una corrida de toros a Rafael Guerra «Guerrita» un diestro (de destreza, no de derechas), que tenía mucha guasa e ingenio con la pretensión de contratarlo, pero ante la excesiva la cantidad que le pidió el «Guerrita», exclamó Don Indalecio con desdén: «Sí, Rafael.., ¡y un jamón! Y no se pusieron de acuerdo, pero al año siguiente de nuevo quiso Don Indalecio Mosquera contratar al célebre diestro, aceptando las miles de pesetas que le pidió. Y el guasón de «Guerrita», le contestó como buen Séneca: «Don Indalecio, ese dinero y también un jamón, como usted mismo afirmó con sorna». Aquella temporada «Guerrita» cobró por cada una de sus corridas en Madrid unas miles de pesetas más un gran jamón serrano.
Pues lo mismo afirmo yo en comparación de las palmeras con el jamón de «Guerrita» y afirmo y ratifico: «Si queréis mi voto hay que replantar once palmeras en la Plaza de la Viña: ¡Y once palmeras! En acusativo explicativo. Porque están reventando de plantones de palmeras los viveros municipales de la Santa Faz. Me siendo como Esaú vendiendo a su hermano Jacob su primogenitura por un plato de lentejas.
Seis candidatos a la carrera por un pódium
Luis Barcala del PP. Paco Sanguino de PSOE. Naxo Bellido (Compromís). Mario Ortolá (Vox). Fernando Sepulcre (Contigo). Mari Carmen Sánchez (Ciudadanos) y Javier López (Podem-EUPV).