Medias verdades convertidas en medias mentiras
Por JOAQUÍN ÑECO
A principios de esta semana, el periódico “El Pais” en su portada anticipaba la noticia de la que se haría eco el resto de la prensa: "España retira la fragata “Méndez Nuñez” del grupo de combate de EE.UU en el Golfo Pérsico”. En esa misma noticia se añadía que “la ministra en funciones de Defensa ha ordenado que el buque deje de acompañar al portaaviones “Abraham Lincoln” ante la escalada de tensión con Irán”.
El origen del conflicto
A principios de este mes de mayo, Irán anunció que dejaba de cumplir los compromisos que asumió con las grandes potencias en el acuerdo nuclear a que llegaron en el año 2.015 en los que se comprometía, sobre todo, a que su planta de enriquecimiento de uranio y plutonio dejara de funcionar. La respuesta de EE.UU fue que estaba dispuesto a mandar tropas, bombarderos y fuerzas navales en el caso que Irán se dedicara a fabricar armamento nuclear y pusiera en peligro la seguridad de los países amigos del Golfo Pérsico, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes grandes productores de petróleo.En los últimos días se dieron dos situaciones que añadieron más leña al fuego. Arabia Saudí denuncia el sabotaje de dos petroleros en aguas de los Emiratos Árabes y al propio tiempo, el presidente Trump amenaza a Irán con enviar un portaaviones a aguas del Golfo Pérsico.
Situaciones como esta se han dado muchas a lo largo de la reciente historia. Son como las posiciones que adoptan los gallos de pelea que se creen que son los mejores del corral. Pongamos como ejemplos todas las situaciones que se dieron durante la guerra fría entre EE.UU y la Unión Soviética como el caso de los misiles de Cuba y mucho más cercana la del dirigente de Corea del Norte, Kim Jong Un con las pruebas de misiles de larga distancia. No quiero decir que no sean preocupantes pero, como también se ha demostrado a lo largo de la historia, las guerras se generan con hechos y no con bravatas. Se tienen que dar unas circunstancias muy concretas para que esas bravatas se conviertan en realidades.
Hoy por hoy, los telediarios de todas las cadenas están dando las declaraciones del ayatolá Hasán Rohaní en las que ha dejado bien claro que Irán no quiere fabricar armamento nuclear y que sólo quiere disponer de este tipo de energía para usos pacíficas. ¿Puede estar engañándonos? Es posible, pero como en tantos casos que se han dado como es el presente, no nos queda más remedio que creérnoslo y será el tiempo el que determinará si miente.
Postura española
Por nuestra parte, ¿en qué situación hemos quedado a nivel internacional y en relación con nuestros compromisos de defensa? Pues exactamente como quedamos cuando el presidente Zapatero ordenó retirar las fuerzas destacadas en Iraq y al desfilar para subir a los vehículos que los trasladaban al aeropuerto, los británicos, que también se alojaban en el mismo acuartelamiento, los despidieron emitiendo sonidos emulando a las gallinas. Y, por si fuera poco, el señor Zapatero en el desfile del día de la Fiesta Nacional cuando pasaba ante la plataforma de autoridades la bandera de los EE.UU, fue el único que permaneció sentado. Todo un gesto de una persona bien educada que además representaba a nuestra nación.
En cuanto al último hecho de retirar la fragata, se ha dicho de todo: desde que era algo que no tendría trascendencia, a que se había tomado la decisión correcta. De las explicaciones que dio la ministra de Defensa Margarita Robles, mejor es no hablar. Desde aplicar la palabra “técnica” para añadir a la decisión que se tomó por parte del gobierno y así obviar que realmente era, a todas luces, política y partidista, dado que estamos de nuevo en un periodo electoral y le venía muy mal que sus votantes no estuvieran de acuerdo con que la fragata española siguiera con el grupo de combate americano. Desgraciadamente, nuestra sociedad es cada vez más antimilitarista y por tanto los partidos de izquierda también lo son para ganar votantes.
¿Por qué estábamos allí?
El hecho de que la fragata “Méndez Núñez” formara parte de esta agrupación de combate era debido a dos motivos. El primero es que este tipo de barcos son de patente estadounidense con el mejor sistema de combate: el Aegis, que también emplean las unidades de la Navy. En cuanto a armamento, dispone de un cañón, misiles antibuque, misiles superficie-aire, torpedos, ametralladoras Browning y cañones de 20 y 25 m/m. La propulsión que utiliza es una combinada de Diesel y turbina de gas. Sus sensores son de una tecnología muy avanzada. De este modo, al ser barcos muy parecidos a los que dispone la Navy y en ocasiones, participan en maniobras para adiestramiento con las unidades americanas. Precisamente, la "Méndez Núñez" venía de participar en los meses de marzo y abril en una de esas maniobras.
El segundo motivo es que en este año en el mes de septiembre se cumple el quinto centenario del inicio de la gesta de circunnavegar el mundo por dos famosos marinos Magallanes y Juan Sebastián Elcano. El grupo naval, tenía y tiene, porque se va a continuar con ella, la misión de dar la vuelta al mundo como lo hizo nuestro héroe que con una nave destrozada, la Victoria, y un puñado de hombres que sobrevivieron a las calamidades que tuvieron que soportar para conseguir algo que nunca se había hecho. Todo un honor para los que nos sentimos orgullosos de haber tenido en nuestra historia naval personajes como estos que sean recordados y honrados. Por eso el grupo naval se encontraba en aguas del Golfo al igual que estuvo a la vuelta nuestro Juan Sebastián Elcano. Algo que estaba previsto de antemano.
En cuanto a si esta decisión que tomó nuestro gobierno nos puede pasar factura, es posible que el imprevisible presidente de los EE.UU tomara la decisión de represaliarnos. Dios no lo quiera porque, por poner un ejemplo, si determinara no cumplir alguna de las clausulas del contrato que se incluyeron, se me ocurre el suministro de repuestos para el mantenimiento y reparación de los barcos, es posible que con el tiempo algunos los tendríamos que inmovilizar.
En lo referente a nuestra relación con la Navy, nuestra Armada siempre ha dependido unas veces más y otras menos de la ayuda de esta nación en los últimos cien años. Como ejemplos citaré los siguientes: El primer submarino que tuvo nuestra Arma Submarina de la clase Holland lo tuvimos que comprar en los EE.UU en 1917. A principios de los años 50 recibimos de los acuerdos del Plan de Defensa y Ayuda Mutua 12 dragaminas de la clase Nalón. A finales de los 50 y principios de los 60 recibimos 5 destructores de la clase Fletcher y el submarino de la clase Balao S-31. A finales de los 60, recibimos el portaaeronaves “Dédalo” y 2 transportes de ataque. En los años 70 compramos 4 submarinos de la clase Guppy, recibimos de la Ayuda Mutua 5 destructores de la clase FRAM-1 tras el convenio de 1.970 y compramos 10 helicópteros Antisubmarinos Sea King. Esta es la realidad que mantuvo a nuestra Armada para que con el tiempo apareciesen nuevas unidades que se construyeron en los astilleros de la Empresa Nacional de Construcciones Navales Bazán, hoy conocida como Navantia.
Daños colaterales
Respecto a Navantia, la decisión tomada por el gobierno puede desembocar en que los EE.UU., como propietarios de la patente, no den su consentimiento para que puedan ser construidas las fragatas clase F100 del contrato que estaba en conversaciones con Tahilandia, y perdamos así el contrato y la oportunidad de mantener a cientos de familias con el dinero que conlleva su ejecución. Sería entonces la segunda vez que nuestra ministra de Defensa se equivoca; la primera fue con ocasión de la venta a Arabia Saudí de unas bombas cuyo contrato había cerrado el gobierno anterior, y también estaban en juego la construcción de unas corbetas.
De manera que tomen las medidas oportunas para que no se repitan estas situaciones, que son mal vistas por nuestros aliados que comparten nuestra defensa y lo que es también desperdiciar el mercado en construcción naval que tanto nos ha costado recuperar y que muchas familias pueden perder su medio de vida.
Me gustaría añadir que, sin ser yanqui, es oportuno tener amigos que en determinadas situaciones nos pueden ayudar a mantener nuestra defensa de los posibles enemigos que puedan surgir. No es discutible recordar que si los europeos pudimos superar dos guerras mundiales enfrentados a Alemania, fue debido a la entrada de las fuerzas militares de esta nación en la confrontación, y podría añadir más ejemplos en los que la intervención estadounidense ha ayudado a solucionar conflictos armados enquistados.