Un poco de historia sobre la Santa Faz o la Peregrina

RAMÓN PALMERAL

El jueves 2 de mayo se celebra la tradicional romería de la Santa Faz desde la plaza de la concatedral de San Nicolás (recogida de cañas y rosquillas) al Monasterio de la Santa Faz o de la Verónica, una distancia de dos leguas en la medida antigua, y de 7.2 kilómetros actualmente por el trazado de la antigua N-340. Es una romería local que se celebra desde 1489, es decir que ya tiene 530 años de antigüedad y tradición, porque se inició con el milagro de la Santa Faz sucedido el 17 de marzo de ese mismo año, y por ello antiguamente la romería (que no deriva de la planta del romero sino que deriva de los peregrinos que iban a Roma: Roma, romeros), tenía una fecha fija. ¿Por qué se cambió?

Peregrinos atienden la misa oficiada en el la plaza del convento de la Santa Faz. Foto: FLICKR / Neil VegaEn el camino marcado por viacrucis (escenas de la Pasión del Señor) los antiguos romeros hacían la típica la "paraeta" en la que se toman roquillas y mistelas del rico vino moscatel de La Romana (Cuerpo de Cristo). En los alrededores del monasterio se sitúan muchos puestos de venta ambulante donde es típico comprar algún objeto de artesanía, antiguamente botijos de barro. Después de la solemne misa oficiada por el obispo, o lo el vicario del obispo con una corte de capellanes, se celebra una comida familiar campestre en los eriales de alrededor del Monasterio.  

Desde hace años, nuestra juventud laica irredenta se dedica a hacer un botellón en las playas de San Juan (lo que se llaman romería alternativa), porque nuestra juventud ha perdido los valores tradiciones y espirituales, con el lavado de cerebro de las pastillas pandemónicas de los «Smartphones», tendente siempre a la rebeldía porque se creen saber más que sus mayores, actitud anarquista propia de la adolescencia (viruela que no tiene cura). Lo que ellos no saben o no entienden, es que están siendo adoctrinados por el Matrix o los Medos (los medios de comunicación libertarios). Lo malo de este asunto es que son los hacedores de nuestro mañana...

Botijos a la venta en la feria de la Santa Faz. Foto: FLICKR / Laura LópezOrígenes

La historia de la Santa Faz se remonta al siglo XV, cuando Mosén Pedro Mena, párroco de la localidad de San Juan, viajó a Roma y le obsequiaron con un fragmento del lienzo de la faz de Cristo (en Venecia había salvado a la ciudad de una peste en el siglo XIII). El religioso guardaba el trozo de paño en el fondo de un arcón, pero en unos años de sequía, decidió sacarlo en procesión para que lloviera. La fecha elegida por el sacerdote Mosén (tratamiento medieval de la Corona de Aragón a las personas honorables) Pedro Mena fue el 17 de marzo de 1489. En el mismo momento en el que la procesión llegaba al barranco de la Lloixa (en San Juan), el sacerdote vio cómo brotaba una lágrima del lienzo y llovió. Este fue el primer milagro que se le reconoce.

El libro del alicantino y murciano cronista municipal, Enrique Cutillas Bernal, titulado "Alicante: tiempo y memoria", edición de 2011, informa en su página 35 que la Peregrina se celebra desde 1489 y tenía una fecha fija: todos los 17 de marzo (fecha del milagro). Pero como en marzo coincidía con la Cuaresma (46 días de ayuno y penitencia en memoria de los 40 días que ayunó Jesús en el desierto), se cambió por un Sínodo Diocesano de 1752 al jueves siguiente de la «Dominica In Albis», el domingo siguiente al Domingo de Pascua también llamado de Resurrección. Es decir, el jueves siguiente a dos domingos después del Domingo de Resurrección.

La Huerta de San Juan era una zona peligrosa por los desembarcos berberiscos, robaban y secuestraban para pedir rescates, y en 1557 sucedió uno, por lo que se hizo necesario construir una segunda torre defensiva junto las habitaciones de religiosos y religiosas que custodiaban la Reliquia, que no se finalizó hasta 30 años después en 1587.

Fachada del actual monasterio de la Santa Faz. La definitiva segregación de San Juan de la ciudad de Alicante (hubo dos) se firmó el 20 de junio de 1779, pero el convento y el caserío de la Santa Faz quedó en el término municipal de la ciudad de Alicante, la abadesa de la Clarisas decía que estaban en un desierto (más que desierto físico, debía un desierto espiritual como lugar de encuentro con Dios). Se acordó no trazar una divisoria entre los dos municipios para que los feriantes pudieran acampar en la plaza de la iglesia y en la rambla de San Juan,  aunque luego hubo sus contenciosos  entre ambos cabildos vecinos. Hemos de tener en cuenta que supuso para la ciudad de Alicante una merma en la recaudación de impuestos, y el mal ejemplo que se daba para otros municipios.

La construcción del actual del Monasterio de la Santa Faz o de la Verónica se inició en 1753, después de destruir otro templo menor anterior, y se finalizó en 1766.

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